Acá estoy, otra vez rebobinando. Fueron largos los momentos de angustia, dolor, miedo; para poder darme cuenta hoy, que no me arrepiento de haber caído tanto.
El miedo se esfumó. Creo que lo peor que podía pasar, ya pasó; y que no hay nada peor que eso. Hay momentos que no abandonan la memoria. Están grabados en el alma, en la piel, nunca nadie va a poder quitar esa sensación. Tocas fondo, pero en lo más profundo.
Es difícil soportarlo, el dolor parece nunca terminar. Pero aguantá, que todo en algún momento, termina. Te puedo decir, que no hay nada mas placentero que mirar hacia atrás, y ver lo fuerte y lo valiente que fuiste. Sentirte orgulloso, porque vos, solo vos, saliste de esa solo. Es ahí cuando te das cuenta que de la mierda, también se aprende. Se que no es la mejor manera, pero por algo será que a algunos nos pasa. No voy a decir que el dolor desaparece, porque no es así. Hay heridas que, simplemente, nunca cicatrizan.
Nada es letal, es puro espamento; no hay imposibles. Yo no espero morir de pié, espero morir sabiendo que pisé fuerte en la vida, que viví a pleno cada instante; que lloré, sufrí, amé y reí. Que si tengo que partir, sea porque mi cuerpo y mi corazón, ya no aguantan más.
En un segundo, la vida se te puede ir. Por favor, agarrala, aferrate, no la dejes ir. Yo te puedo asegurar que hay algo más. No sé que es, no si se será verdad, pero yo sigo buscando, y en mi búsqueda soy feliz. Ahora nada se interpone en mi camino, ya estoy lista. Preparo las maletas, despejo mi mente, le doy paso a una nueva esperanza; no me aflijo, el viaje ya comienza..
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