Eso pasa con Internet, todo es rápido. No me molestaba solamente que fuera en extremo hermoso, también me molestaba que era demasiado gracioso. En nuestras charlas se notaba, siempre me hacía reír mucho, yo diría que me hacía reír como nadie; de más esta decir que me convenció con su correo electrónico, pero es que él tiene esa capacidad de dar vuelta las cosas y de encontrar respuestas ahí donde todos vemos sólo signos de pregunta amontonados como en un boliche.Y todas sabemos que la simpatía es causal de enamoramiento ilícito y Veloso e intenso pero distante; Rápido, intenso, remoto. En la panza tenía alta dosis de adrenalina: estaba subiendo en una montaña rusa y en cualquier momento iba a salír el corazón. Primero leí muy por arriba pasando mi “resaltador mental”. Leí el “te quiero”, leí el “quiero verte” y busqué algo deprimente pero no encontré nada. me cambió la vida en todos los aspectos imaginables.
De repente tuve ganas de empezar a ser mas amable con la gente, tuve ganas se saber como estaba el que estaba al lado mío, tuve ganas de hacer reír a mi mamá, cosas que antes nunca hubieran surgido de mí. Él me había infectado con una bacteria misteriosa y yo estaba feliz de tener ese ántrax de felicidad.
Él me había contagiado sus ganas de vivir, su amor por la música.
Y cada vez que se conectaba me quedaba como una tonta mirando mi lista de contactos, incapaz de responder a ningún mensaje que no fuera suyo. Aun sabiendo que todas las historias de amor, incluso las mas rosas, terminan mal. Pero a mí, la reina de las estúpidas me había pegado feo.
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